Cerdanyola vivió un domingo de Ramos por todo lo alto,con una multitud, llevando en las manos palmas y hojas de olivos y laurel, rememoraba la llegada del Hijo de Dios a la ciudad sagrada. Los párrocos llevaron a cabo la bendición, mientras mayores y niños alzaron sus ramos en señal de participación en el rito procesional. El domingo de Ramos se conmemora la entrada de Cristo en Jerusalén con un acto principal como es la bendición de los ramos, de olivo o de laurel, las palmas y los palmones.
De acuerdo con la tradición, se acostumbra a guarnecer las palmas y palmones con rosarios y figuritas hechas de azúcar y otras golosinas. A este acto, hay que ir bien vestido, y estrenar ropa este día ha sido una tradición vigente hasta nuestros días.
Los ramos, palmas y palmones bendecidos este día se guardan en casa como elementos de protección.
Fuente-J.R.URBANO
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