Según la primera sentencia, dictada por un juzgado de Sabadell en 2009, el afectado trabajó en la fábrica entre 1965 y 1977 como oficial de fibrocemento, y a consecuencia de su actividad laboral enfermó de asbetosis, por lo que se condenó a la empresa a pagar una indemnización de 100.308 euros que ahora el Supremo confirma.
En 1977 el Instituto Territorial de Seguridad e Higiene en el Trabajo realizó una inspección en la fábrica de Uralita en Cerdanyola en la que constató deficiencias y negligencias en materia de seguridad, y acabó reclamándole medidas de prevención para la salud de sus trabajadores.
Desde entonces, Uralita siempre ha pedido ser eximida de su responsabilidad en los casos de trabajadores que enfermaron hasta esa fecha, alegando que no existía una normativa que le obligara a adoptar medidas.
Según ha informado este miércoles el Col·lectiu Ronda, esta es la cuarta sentencia dictada por el Supremo que condena a la empresa en relación a las enfermedades padecidas por sus extrabajadores por el contacto con el amianto en la empresa de Cerdanyola.
Antigua fachada de la empresa Uralita |
Foto-J.R.Urbano
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